Es una de sus expresiones mesoamericanas más destacadas. A pesar de que muchas de las pinturas murales originales no han sobrevivido hasta la actualidad por la degradación natural y el pasar del tiempo, se han hallado ejemplos relevantes en sitios arqueológicos como Bonampak y Chichén Itzá.
Los mayas solían decorar con sus pinturas las paredes de templos, palacios, entre otras estructuras importantes. Se utilizaban pigmentos naturales, principalmente a base plantas y minerales, para crear una variedad de colores intensos. Los mayas eran artistas con grandes habilidades para representar escenas religiosas, mitológicas, cotidianas o rituales, con gran detalle y precisión Temas comunes en la pintura maya abarcan ceremonias religiosas, escenas de guerra, rituales como sacrificios, la vida cotidiana, así como figuras divinas, mitológicas y deidades. A menudo combinaban las pinturas con jeroglíficos. Los artistas mayas usaban símbolos o elementos estilizados para transmitir mensajes complejos, en ocasiones conceptos abstractos. Por ello su iconografía muy simbólica y estaba cargada de significado cultural y de su cosmovisión.