Se producía una extensa variedad de cerámica que iba desde objetos utilitarios hasta piezas ceremoniales y decorativas, se utilizaban en la vida cotidiana, en rituales religiosos y como ofrendas en contextos funerarios.

Elaboraba a mano utilizando técnicas de modelado y alfarería. Los alfareros mayas trabajaban con arcilla local, que luego se moldeaba y decoraba antes de ser cocida en hornos rudimentarios. Las formas de la cerámica maya incluían vasijas, platos, cuencos, cántaros, jarras y figurillas. La cerámica maya tiene un distintivo con su decoración elaborada e iconografía. Los alfareros mayas utilizaban una diversidad de técnicas decorativas, como relieves, incisiones, pintura con pigmentos naturales y estampados con sellos. Los temas decorativos incluían figuras humanas, animales, deidades, símbolos astronómicos, diseños geométricos y escenas de la vida cotidiana. Algunas piezas, especialmente las encontradas en contextos funerarios, estaban muy decoradas y podrían haber sido consideradas ofrendas para acompañar al difunto en el más allá. Otras piezas, como los cántaros pintados con escenas rituales, podrían haber sido utilizadas en ceremonias religiosas.